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miércoles, 14 de julio de 2021

Bruno Rodríguez: La agresión comunicacional contra Cuba se produjo desde Estado Unidos


Redacción Cubaperiodistas   

Bruno Rodríguez, ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, denunció este martes 13 de julio en conferencia de prensa, que el país ha sido víctima de una agresión en el plano comunicacional y digital desde Estados Unidos, mediante una campaña que intenta desacreditar a las autoridades cubanas. En su intervención, el Canciller cubano desmontó los elementos que prueban la complicidad del gobierno estadounidense en este ataque contra la isla.

El Ministro señaló que desde los meses finales del año pasado hasta el momento, han sido numerosos los actos de instigación a la violencia, a acciones terroristas, que dichas incitaciones han ocurrido y siguen ocurriendo con absoluta impunidad, que fueron intensificadas desde el 15 de junio y que se producen desde cuentas radicadas en el ciberespacio de Estados Unidos.

Manifestó que esas acciones se producen desde dispositivos que están bajo la soberanía del gobierno de ese país, desde compañías y grupos, algunos con vínculos con el terrorismo que reciben financiamiento directo del Gobierno de Estados Unidos.

El diplomático explicó que, en Cuba, el domingo 11 de julio, hubo disturbios no solo generados por la instigación sistemática, una inversión de décadas o la intensificación de esos actos en los últimos dos años y en los últimos meses, sino también por desarrollo de una operación político-comunicacional dirigida a generar desórdenes, aun al precio de que ocurrieran, como han ocurrido, hechos de violencia condenables, rechazados por el pueblo.

Ese día —dijo— no hubo en Cuba un estallido social. “No lo hubo por la voluntad de nuestro pueblo y por el apoyo de nuestro pueblo a la Revolución y a su Gobierno.

Argumentó, además, que el 11 de julio hubo desórdenes, hubo vandalismo, hubo violencia y, como es natural, al respecto transcurre la investigación correspondiente. “El 11 de julio actuaron lo que en Estados Unidos llamarían ‘agentes de una potencia extranjera’, que son personas que reciben dinero e instrucciones directamente, que son pagadas, que se transportan en vehículos diplomáticos, que diplomáticos estadounidenses reúnen, que visitan constantemente los predios diplomáticos y que son instigadas constantemente a actuar contra el orden constitucional y la ley cubana”.

Dijo que se ha tratado también de manipular a personas, generar seudomovimientos con la vana aspiración de lograr formar una oposición política en condiciones en que el bloqueo genera daños y efectos que afectan la vida de todos. Esta operación, que utiliza recursos millonarios, laboratorios y plataformas tecnológicas con fondos del Gobierno de Estados Unidos, se agudizó a partir del 15 de junio, precisó Bruno.

Estados Unidos está implicado directamente en los incidentes del 11 de julio

El canciller cubano acusó al Gobierno de Estados Unidos de estar implicado directamente y de tener grave responsabilidad en los incidentes que ocurrieron el 11 de julio, y advirtió que las autoridades del país norteño serán responsables de las consecuencias que se produzcan de persistir en esa política de estrangulamiento de nuestro país, de incitación a flujos migratorios irregulares y desordenados entre ambos países o a la permanente instigación por parte de algún senador de la Florida para que se despachen medios navales con fines de provocación, flotilla o incluso que se sitúen medios navales en zonas próximas a nuestros límites territoriales.

Por otro lado, recordó que el 15 de junio se lanzó la convocatoria SOS Cuba en Nueva York para la que utilizaron a agentes pagados por el Gobierno de Estados Unidos, que han cometido actos ilegales en Cuba. Físicamente allí, explicó, frente a la propia sede de las Naciones Unidas en una farsa, movieron esta etiqueta (en las redes sociales) para tratar de obstaculizar el pronunciamiento de la Asamblea General de Naciones Unidas contra el bloqueo.

En su comparecencia ante la prensa internacional en La Habana, Rodríguez Parrilla denunció que el recrudecimiento de la política de cerco, de estrangulamiento económico del país en plena pandemia, ocurre junto a un incremento de la agresión política, mediática, comunicacional; a un aumento inusitado de las operaciones de desinformación, financiadas copiosamente con fondos federales del presupuesto de Estados Unidos que se declaran públicamente.

“Son decenas de millones de dólares anuales, sin contar los fondos encubiertos que también se usan en estas campañas”, expresó.

Para ello han utilizado herramientas de alta tecnología, poderosas y sofisticadas, de las cuales tienen, en este mundo desequilibrado, un control prácticamente monopólico, y lo han hecho para tratar de aprovechar las duras condiciones sociales que ha generado en el planeta la pandemia. “Además, han hecho un uso impúdico, obsceno, desvergonzado de la mentira, la calumnia y la manipulación de datos en el intento de movilizar, convocar, incitar, manipular a las personas, afirmó Rodríguez Parrilla.

“Es un diseño con fines políticos, en el cual el imperialismo norteamericano ha trabajado por largo tiempo, ha acentuado sus esfuerzos y ha incrementado su financiamiento en los últimos años”, añadió.

El alcance de la campaña SOS Cuba, levantada en Nueva York, fue nulo, subrayó el Canciller, quedó desarticulada prácticamente al nacer, aplastada por un clamor internacional, por el predominio en redes de la voluntad de la gente en todo el planeta, de los cubanos, los norteamericanos, los cubanos que viven en Estados Unidos, reclamando el levantamiento del bloqueo.

La etiqueta #SOSCuba no surgió en aquí

Rodríguez Parrilla se auxilió de una pantalla para mostrar a los medios de prensa internacionales acreditados en Cuba la copia de la certificación que, “curiosamente, fue otorgada el 15 de junio de 2021 por la División de Corporaciones del Departamento de Estado de la Florida. “El mismo día en que obtuvo la certificación para recibir fondos estaduales, la compañía lanzó la etiqueta #SOSCuba.

“La División de Corporaciones la acreditó formalmente, recibió el pago correspondiente y le dio validez jurídica para actuar en el estado de la Florida. Si quieren visitarla, aunque en este mundo prevalece lo virtual, su dirección es No. 1535, Lenox Avenue, apartamento 1, Miami Beach, código 33139”, precisó el Canciller.

“No fue una etiqueta surgida en Cuba, no es un movimiento surgido en Cuba”, recalcó, y precisó que esa empresa, instrumental para la ejecución de la política del Gobierno de Estados Unidos contra Cuba, “funciona en la articulación de un grupo de compañías bien financiadas, con alta tecnología, que mueve, financia, sustenta desde el punto de vista tecnológico y de laboratorios de ciencias sociales, psicología, comunicación, un grupo limitado pero influyente en la Florida y en las redes digitales.

“Un puñado de medios controla el flujo de datos siempre manipuladores, políticamente motivados, mentirosos, mediante muchas ilegalidades y la violación de los códigos de las propias plataformas estadounidenses que los hospedan, y dan el discurso, manejan la narrativa, engañan a la gente, confunden, mueven a los ingenuos, influyen en quienes no tienen la capacidad de confirmar esa información o de obtener información independiente y veraz; aprovechan la ingenuidad o la juventud, la empatía emocional con la que las personas acceden a las redes digitales, añadió.

“Y ese pequeño grupo de medios que estuvo articulado de una manera significativa en la campaña del presidente Donald Trump en la Florida (algunos de los cuales fueron operadores importantes en el propósito fallido de los republicanos de mover significativamente el voto de los cubanos en la Florida a su favor), reciben fondos federales y estaduales y manejan hoy el discurso en las redes digitales contra nuestro país, alientan la violencia, el desorden y la subversión”, dijo Bruno.

El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba agregó que, en esta campaña, y por parte de esta compañía, entre sus principales operadores políticos están directivos y colaboradores de ADN Cuba, un proyecto para la guerra comunicacional contra Cuba y financiado por la Usaid. Asimismo, denunció que la propia empresa Proactivo Miami Inc. relaciona entre sus socios a Yaima Pardo, la jefa de información de ADN Cuba, y a Norge Rodríguez, un operador político vinculado a ADN Cuba.

“No son representantes de nuestro pueblo, no son ciudadanos cubanos que viven entre nosotros. Han participado en acciones de asedio, rayanas en el ejercicio de la violencia, contra nuestra embajada en Naciones Unidas y en Washington”, precisó el Canciller y expresó que ellos estuvieron físicamente el 23 de junio en el asedio a la embajada de Cuba en Naciones Unidas.

“Estuvieron, también, entre los agitadores, prácticamente violentos, contra el equipo de Cuba en el torneo preolímpico de béisbol en la Florida y en el asedio dentro y fuera del estadio a nuestros peloteros.

“Es inocultable el vínculo entre los fondos y las operaciones del Gobierno de Estados Unidos y de estos operadores”, dijo. Al respecto añadió que a partir del 5 de julio ese laboratorio mediático que opera desde la Florida lanzó la campaña en Twitter, de intervención humanitaria en Cuba.

“Todo el planeta sabe qué es una intervención humanitaria. Quienes piden hoy una intervención humanitaria en Cuba deben estar advertidos de que no solo violan las leyes de los países desde donde realizan esos actos, sino que violan las nuestras. Pedir una intervención humanitaria en Cuba es pedir una intervención militar estadounidense, figura prevista en nuestros códigos y leyes”, argumentó el Canciller.

Recordó que intervención humanitaria fue lo que ocurrió en Yugoslavia en 1999, los bombardeos de la OTAN contra los estudios de televisión, contra los objetivos civiles de Belgrado, fueron una intervención humanitaria sin autorización del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. “La invasión a Granada fue también una intervención humanitaria”.

Profundizó que el 5 de julio se lanzaron fuertemente las etiquetas intervención humanitaria Cuba y canal humanitario Cuba. “No sé si fue que alguien les aconsejo, no sé si fue el hecho irrebatible de que no tuvieron el menor impacto y fueron un fracaso, el 9 de julio activaron nuevas variantes. Las etiquetas del día 5 se movieron desde una decena de cuentas, pero con una gran capacidad tecnológica automatizada, inorgánica, robótica, con instrumentos de informatización. Es un puñado de cuentas, un grupo de cuentas líderes, prolíficas, que movían esas etiquetas y que saltan a SOSCuba, SOSMatanzas y Cuba Duele.

“Retoman #SOSCuba porque es una etiqueta muy socorrida durante la pandemia, que se ha utilizado con fines humanitarios, solidarios, relacionados con propósitos de auxiliar enfermos y atender situaciones extremas que se han producido en diversos países. Ha sido usada como una etiqueta humanitaria. Y para engañar, confundir y manipular, se utiliza como si fuera una bandera de la cruz roja, para engañar a las personas contra Cuba”.

Twitter en el centro de la agresión

Rodríguez Parrilla explicó que los operadores utilizaron lo que llaman granjas de trolls, que son usuarios coordinados que divulgan de manera automatizada mensajes en Twitter a través de cuentas falsas, o cuentas robotizadas, que utilizan los llamados robots o bots, y que se mueven a una velocidad tremenda, que solo puede ocurrir de manera automatizada.

 

“Algunos de los robots usados en esta campaña son de última generación, costosos e indetectables a menos que se indague conscientemente con los sistemas regulares de auditoría de las plataformas de redes digitales. Por eso causa asombro y repugnancia escuchar a políticos y ver a medios de prensa repetir sin recato que en Cuba tiene lugar un estallido popular. Es una operación política, una agresión del Gobierno de Estados Unidos, que hoy no necesita misiles o marines, y que tiene una enorme capacidad para las acciones de guerra no convencional de manera informática, virtual”, precisó Rodríguez Parrilla.

Recordó que Estados Unidos ha creado un comando especial para la guerra en el ciberespacio: “convierten herramientas fabulosas para el conocimiento en un arma de guerra y militarizan no solo el espacio extraterrestre, sino el espacio digital”, denunció.

Como ejemplos, señaló que una mención realizada el 8 y el 9 de julio con la herramienta en línea #org. reveló que los usuarios más prolíficos de las etiquetas #canalhumanitarioCuba, #SOSCuba, #SOSMatanzas operan las tres y están coordinados por los directivos de Proactivo Miami Inc., Norges Rodríguez y Yaima Pardo.

Añadió que el 9 de julio desplegaron acciones coordinadas para dar volumen de manera inauténtica a la etiqueta #SOSCuba. Se produjo el abandono de la campaña de intervención humanitaria y se fijó como objetivo lograr altas magnitudes en la etiqueta #SOSCuba y, de manera secundaria, en #SOSMatanzas. El volumen de la etiqueta #SOSCuba es 16 veces superior, multiplica 16 veces las menciones a la etiqueta #Cuba, algo que no ocurre en redes digitales a menos que se estén desarrollando operaciones deliberadamente diseñadas, con alta tecnología, explicó.

Agregó que el hecho de que esta etiqueta haya alcanzado lugar mundial en las redes digitales es resultado de una acción inorgánica desde territorio estadounidense con el apoyo de trolls, medios digitales de Florida, activistas, sistemas automatizados utilizados deliberadamente con herramientas caras, precisamente para convertir un mensaje en tendencia mundial. Esto es una violación burda, grosera, de las políticas de comunidad, las regulaciones de Twitter, en particular las relativas a estos mensajes llamados spam, para impedir la manipulación de la plataforma.

Dijo que, según la política de esta red social, ‘no se pueden usar los servicios de Twitter con el propósito de amplificar o suprimir información de forma artificial, ni llevar a cabo acciones que obstaculicen la experiencia de los usuarios en Twitter’. Esa propia compañía —añadió— sanciona, saca del aire, interrumpe cuentas legítimas de usuarios cubanos con menos pretextos, haciendo una interpretación caprichosa de estas regulaciones.

“Sin embargo, ante el hecho de que usuarios cubanos legítimos que utilizan las redes denunciaron estas cuentas falsas, tuits falsos, incitadores a la violencia, mendaces, manipuladores de los usuarios de la red, Twitter no tomó ninguna medida al respecto, pese a que es muy eficaz cuando le conviene influir en determinadas cuentas”.

Bruno Rodríguez añadió que se produjo una manipulación tremenda no solo en redes, sino también en televisoras, algunas de ellas asentadas en Estados Unidos, en particular relacionadas con medios en español. “Allí se produjeron noticias falsas, con determinada factura tecnológica, pero de una mendacidad extraordinaria”.

Al respecto, mostró casos en los que se utilizaron imágenes de una concentración en Egipto, o de hechos ocurridos en otros lugares, como si estuvieran aconteciendo en La Habana el pasado domingo 11 de julio.

“Son las llamadas noticias falsas, fake news, que tanto persiguen las plataformas que tan eficaces son cuando deciden actuar con apego a las regulaciones del mundo digital, que son bastante caprichosas e inclinadas a favorecer a los poderosos. Se sabe los monopolios que funcionan en el mundo digital, se sabe cuáles son las compañías que controlan hoy el espacio digital, multimillonarias; se sabe cómo funcionan, en qué países están ancladas, cómo se regulan y se sabe cuánto de desregulación y de uso político hay.

“La tolerancia del Gobierno de los Estados Unidos y la tolerancia de estas compañías con relación a esta campaña contra Cuba es escandalosa y cómplice. Y los emplazo a que adopten medidas para pararla en las redes que controlan. Es una réplica compulsiva, una amplificación artificial de la etiqueta #SOSCuba fundamentalmente, con sistemas combinados de altas tecnologías, de bots y trolls como hemos documentado en tiempo real desde el 9 de julio”, declaró el ministro.

En cuanto a las cuentas inauténticas, Bruno Rodríguez señaló que podían ser el paraíso de cualquier internauta, capaces de generar miles de réplicas de las etiquetas en menos de un minuto.

“Tenemos la evidencia completa, podemos mostrar imágenes en tiempo real de cómo se mueven estas cuentas”. Igualmente invitó a los corresponsales presentes, conocedores de las redes y hábiles técnicamente y que tienen los pulgares habituados a actuar con rapidez, a que traten de reproducir esos ritmos, y tendrán que reconocer que es imposible hacerlo con una mano humana, que son sistemas de inteligencia artificial.

Rodríguez denunció a la compañía Twitter, que nunca activó, a pesar de las múltiples denuncias que recibió, sus sistemas antispam, ni ha bloqueado hasta el momento de la conferencia, una sola de estas cuentas.

Una sola cuenta, localizada en España −y se sabe que el mundo virtual no se mueve en las fronteras territoriales−, manejada desde intereses en Estados Unidos, puso más de 1 000 tuits, tanto el 10 de julio como el 11, a razón de cinco retuits por segundo. “Prueben a hacerlo ustedes en un teléfono. Los invito a retuitear dos en un segundo”, conminó a los presentes.

“Es evidente que son sistemas informatizados, que son, además, caros. Se organizó además el acoso coordinado a los llamados influencers, que encabezan el mayor número de listas en Twitter. Sufrieron presión, acoso, una parte de ellos, los mismos artistas reconocidos, periodistas reconocidos, en distintas latitudes sufrieron acoso.

“Esta táctica ha sido documentada, disponemos de la evidencia, y fue denunciada por usuarios cubanos en Twitter, que tampoco actuó, ni ha actuado hasta este minuto, frente a las infracciones de lo que llaman ellos políticas de comunidad de la plataforma”.

El Canciller agregó que al mismo tiempo decenas de usuarios que se activaron de manera normal, orgánica, actuando con sus propios dispositivos, lo hicieron sin saber que estaban siendo manipulados por empresas estadounidenses. Y esto lo conoce bien el Gobierno de los Estados Unidos y a veces lo organiza. “Fueron manipulados por empresas norteamericanas que participan de la guerra informativa contra Cuba.

“Fueron convocados estas decenas de usuarios, que funcionan orgánicamente, a cambiar en el perfil de su cuenta, a hacer modificaciones, para modificar la geolocalización desde donde estaban actuando, para indicar que estaban actuando desde Cuba, para engañar a la gente, a la opinión pública, a la comunidad de las redes.

“Fueron convocados a cambiar el perfil de geolocalización para aparentar que eran ciudadanos que estaban tuiteando desde Cuba, enfatizó el Canciller y añadió que para generar en la red la mentira, la fantasía de que se estaba expresando en el ámbito digital un estallido social que en realidad no ocurría en Cuba, sino en las computadoras muy caras y los servidores carísimos de compañías norteamericanas que amparan con propósito político estas operaciones digitales contra Cuba”.

El Canciller cubano insistió en que disponía de la evidencia irrebatible: “la mayoría de los usuarios que participaron en esta campaña estaban ubicados en Estado Unidos”, y emplazó a Twitter a que lo desmienta o lo confirme, al tiempo que le solicitó que actúe en prevención de ello, en cumplimiento de las propias políticas y reglas que declara.

Reiteró que las herramientas de geolocalización de Twitter fueron manipuladas “para indicar falsamente que el 60 por ciento de los usuarios estaban en Cuba y en La Habana.” Afirmo que mienten, que es falso y que manipularon los sistemas de geolocalización”, señaló categóricamente.

 

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