Gilda Fariñas Rodríguez
Como una obra que permite advertir el futuro de muchos artistas, fue calificado el libro Tiempo joven, entrevistas a jóvenes creadores cubanos, del destacado periodista José Luis Estrada Betancourt —fallecido a los 53 años de edad en agosto de 2021 a causa de la COVID-19—, cuya presentación tuvo lugar en la tarde de este 17 de octubre en la sede nacional de la Asociación Hermanos Saíz (AHS), en el capitalino Pabellón Cuba.
Con prólogo de Yasel Toledo Garnache, el volumen de más de 300 páginas recoge en 36 entrevistas los proyectos y sueños de quienes protagonizan la vanguardia del arte y la literatura en la isla. Esta “joya” del ejercicio periodístico más auténtico y entusiasta, recoge buena parte de la labor profesional que durante diez años lideró el autor en las páginas culturales del periódico Juventud Rebelde a través de “Tiempo joven”, una sección que surgió para contar las historias de vida de los integrantes de la AHS.
Al presentar el ejemplar, Luis Morlote Rivas, presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), detalló aspectos de la edición del texto, de la particularidad profesional que encierra su contenido; del mismo modo, reveló anécdotas y remembranzas en un recinto colmado de amigos, colegas y público que quisieron compartir el homenaje al entrañable hermano y compañero de tantas cruzadas.
Antes de finalizar sus palabras, Molote Rivas describió las virtudes que definieron al Premio Nacional de Periodismo Juan Gualberto Gómez como un maestro del género de la entrevista, una cualidad palpable en cada una de las incluidas en el texto. Asimismo, leyó algunos fragmentos del diálogo que sostuvieron Liset Prego Díaz, periodista del semanario ¡ahora!, y José Luis, y que encabeza el libro.
“Vivo para el periodismo —dijo entonces— desde que se instaló con firmeza en todos mis poros. Le dedico cuarenta y ocho horas al día (…) para mantener una buena conversación hay que saber respetar y escuchar. Interesarse de verdad por lo que te están contando. Solo así compartirán, a corazón abierto, lo que sienten o piensan y se establecerá esa esencial empatía (…)”.
En tanto, Toledo Garnache, desde su posición de prologuista, se refirió a los pormenores del proceso de concepción de Tiempo joven, de cuánto respetaron los criterios de selección de su autor sobre quiénes conformarían el proyecto final, además de la extraordinaria condición humana que lo definió siempre. De igual modo rememoró la última experiencia vivida junto a Estrada Betancourt cuando junto a un grupo de tenaces realizó la aventura de subir al Turquino.
Igualmente, el también periodista, ensayista, narrador, vicepresidente de la AHS y director del Caimán Barbudo, escribe en la introducción que “ahí están su carisma (de José Luis), la fuerza, la ética y humildad, los golpes y su alma guerrera (…). Este libro es una forma de mantenerte cerca, palpitante y lleno de vida (…)”.
Similares sentimientos de hermandad y gratitud hacia el colega ausente, manifestó Ricardo Ronquillo Bello, presidente de la Unión de Periodistas de Cuba quien, ante la imposibilidad de asistir al encuentro, envió sus palabras por escrito. En ellas expresó que “sentía un cariño y una admiración muy profunda por quien mereció que le llamáramos La Figura. Estuve entre sus primeros editores en la plataforma Juventud Rebelde. Fui testigo de su llegada, con esa timidez propia de casi todo el que comienza a descubrir un mundo profesional nuevo”.
Más adelante recordó el día que José Luis llegó al periódico como apoyo a la Redacción, e iría asumiendo sobre la marcha las ideologías profesionales hasta convertirse en uno de sus más apasionados y necesarios editores y columnistas. “La historia de un período importante de la publicación está marcada especialmente por su nombre. El libro que con tanto cariño ustedes presentan, es una parte muy pequeña de su tremenda obra periodística en defensa de la cultura, la espiritualidad y la identidad nacionales.
“Su carrera inicial le había dotado de una energía nuclear para el trabajo. Era como si la Santísima Trinidad encarnara en él (…). Al morir no solo perdíamos a un amigo, que había inventado los espacios más increíbles para unirnos y compartir, sino además a una de las ‘figuras’ clave, entre las más necesarias de la multiplataforma (…).La obra de José merece lo que él no tuvo: larga vida”.
A la presentación de la obra de José Luis Estrada Betancourt asistieron, además, Fernando Rojas, viceministro de Cultura, Abel Prieto Jiménez, presidente de Casa de las Américas, Rafael González Muñoz, presidente nacional de la AHS y numerosas personalidades de la cultura y la prensa cubanas.
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