Por: Edilberto Carmona Tamayo, Karina Rodríguez Martínez
Publicado en: Cuba joven
Quizás dentro de 10 años, si a Yunior y a Karina le preguntarán en qué momento sus vidas dieron un vuelco, ellos pudieran contestar, sin vacilaciones, que fue en marzo del 2022. Para ser más exactos, la antepenúltima semana de marzo del 2022. En esos días, vivieron grandes momentos, tanto en lo personal como en lo profesional, así nos cuentan a Cuba Joven una calurosa mañana de abril, recién llegados de hacer unos trámites en la ONAT.
“Fueron días de locos”, rememora Yunior, dice que “estuvieron corriendo de un lado para otro sin parar”. “El día 22 nos casamos, el 24 presenté mi tesis de graduación en la universidad y el 28 comenzó la Feria de Desarrollo Local 2022, convocada por el Gobernador de La Habana”, enumera Karina, las razones por las cuales, marzo, fue tan trascendente.
Este evento desarrollado en ExpoCuba, donde se presentaron varios actores económicos de la capital, constituyó la “presentación en sociedad”, del proyecto de desarrollo local Bb’s que tiene como dueños y socios, a esta joven pareja de ingenieros.
Yunior tiene 29 años y es graduado de Automática, hace unos años se dedicaba a ser Tenedor de Libros Contables. Por su parte, Karina recién se estrena como ingeniera en Telecomunicaciones. Ahora combina su trabajo en Etecsa, con este proyecto familiar.
La feria, sin dudas, -dice Yunior- fue un antes y un después para ellos. Allí hicieron alianzas, adquirieron conocimiento, encontraron clientes y posibles proveedores. Además, enriquecieron su sueño, esa idea que surgió en medio de la covid-19 con unas croquetas caseras que Karina decidió darles a probar a familiares y amigos.
Esas croquetas y la voluntad de emprender fueron el disparo de arrancada para esta pareja. “Fue todo muy autodidacta, comenzamos a descargar recetas de Internet, también hicimos panes y fuimos aprendiendo en la marcha”, cuenta Karina.
Recuerda que las primeras veces les salieron mal las cosas, pero no se rindieron. De las ganancias iniciales, compraron los primeros moldes de bombones y así crearon los cimientos del negocio. Aunque desde el año pasado venían desarrollándose como trabajadores por cuenta propia, fue en febrero del 2022 que se establecen como proyecto de desarrollo local.
Tenemos- indica Yunior- tres líneas fundamentales. “Una es la elaboración de alimentos congelados, cuya especialidad son las croquetas, la otra son las confituras que incluye chocolates y bombones y hacemos servicios de buffet”.
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A pesar de unos primeros intentos poco exitosos por establecerse como proyecto de desarrollo local, dieron con el entrenador, hablando en términos deportivos, preciso para canalizar sus potencialidades. La oficina de Desarrollo Local y Consejo de la Administración Municipal de Guanabacoa les brindaron el empujón que necesitaban en esta carrera.
Para ellos de todos los nuevos actores que confluyen, ser un proyecto de desarrollo local es el que más de ajusta al modelo de negocios que ellos defienden. “De todas las formas de gestión estatal que existen, esta tiene un buen objeto social, porque no solo tributamos a la ONAT, sino también contribuimos al desarrollo económico del municipio y ayudamos a sectores vulnerables”, señaló Yunior.
Añadió que entre las ideas que tienen esta “en julio, por el día de la infancia queremos hacer una actividad en la casa de niños sin amparo filial. También se encargan de atender los hogares de ancianos del municipio de Guanabacoa, donde está encavado el proyecto”.
Nos hemos acercado a productores del municipio –comentó- para adquirir los insumos necesarios. “Las sazones, los condimentos y en el caso de la harina tenemos contratos con la Industria Molinera de Cuba. Con las confituras, hemos tenido que acudir a las importadoras. Esta es la parte que más nos golpea y encarece los precios del producto final”, precisó.
La terraza de la casa de la profe María Elena, la mamá de Yunior, es el centro de operaciones. Allí trabajan cuatro personas que dan forma a los productos que comercializa bajo el logo de Bb’s.
Para escalar y automatizar el proceso de producción, diseñaron su propia máquina que hace 2 500 croquetas por hora. Este “invento nacional”, como ellos mismo le llaman les ha permitido salir de la confección artesanal, en este tipo de producciones. Ellos esperan pronto poder hacer lo mismo con las confituras.
Por el momento, la comercialización de los productos la realizan a través de las redes sociales y por Whatsapp con la modalidad de entrega a domicilio. Tienen un sitio web, que aún está en construcción, pero también venden por Enzona y otras plataformas como Supermarkert.
Entre las perspectivas de futuro está tener su propia tienda física en Guanabacoa. Yunior tiene claro que otro de los retos es sustituir el cacao importado con el que están confeccionando las confituras por cacao nacional.
Otro de los proyectos es la creación de una línea de croquetas veganas. “La Feria nos permitió estar un poco más cerca de materializar esta idea, porque nos pusimos en contacto con otros emprendimientos como Deshidratados Habana y otros muchachos que hacen harina de arroz. Con estos encadenamiento, pretendemos hacer una línea de productos saludables”, dice el ingeniero automático devenido en emprendedor.
Este tipo de cliente-agrega Karina- está tomando auge y es un nicho importante que queremos potenciar. “Ya tenemos una línea de chocolate blanco sin gluten”, agregó.
Exportar sus productos, pasar de la venta minorista a la venta mayorista son de las ideas que también tienen anotadas.
Con sus productos no solo busca, calidad y sabor, sino también promover la imagen de Guanabacoa y su historia. “Hicimos el lanzamiento de una caja de bombones llamada “La única”, que hace referencia a Rita Montaner, así desde el empaque del trasmitimos el legado de la localidad”. Otros proyectos se cocinan, nunca mejor dicho, incluyen más ejemplos del legado histórico de la villa de Pepe Antonio.
Más que las ventas que pudieron tener en la feria, Karina califica como lo más positivo las relaciones que hicieron durante esos días, lo encadenamientos que pusimos lograr.
“Se demostró las potencialidades que tienen estas nuevas formas de gestión no estatal. Solo necesitamos visibilidad y apoyo para hacer crecer estos negocios”, considera Yunior.
En una semana, Yunior y Karina vivieron una boda, una tesis y la presentación de Bb’s en una feria de desarrollo local. Las primeras croquetas, la terraza de casa de María Elena convertida en minifabrica, las cajas de bombones con la foto de Rita Montaner, las primeras puertas que se cerraron y las ventanas que se abrieron, son y serán los recuerdos que dentro de 10 años tendrán estos jóvenes de la antepenúltima semana de marzo del 2022.
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