por;Enrique Milanés León
Lo peor y lo mejor que dejó ver a Cubaperiodistas la asamblea XI Congreso de la delegación de la UPEC del Canal Caribe es que, por un lado, sus miembros no estaban muy al tanto del experimento de gestión editorial y económica que emprende la prensa en 16 medios seleccionados y, por otro, su colectivo avanza desde hace tiempo en un experimento propio que no riñe para nada —habrán de fundirse en el camino— con ese otro más abierto que ha entusiasmado a los creadores y hecho encoger de hombros a los incrédulos por todo el país.
Delegación de la UPEC en el Canal Caribe
«No son experimentos diferentes. Todos los cambios que se proyectan responden a los acuerdos del Congreso del Partido», aclaró Alfonso Noya, presidente del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT), antes de explicar que hacerlo bien pasa, además de la economía, por buscar mejores maneras de contar las historias, establecer cómo llegar a los públicos en este mundo multimedial y transformar una estructura de gestión que tiene entre 30 y 40 años.
Noya respaldó enfáticamente la idea del presidente nacional de la UPEC, Ricardo Ronquillo, presente en la asamblea, de que no tiene sentido proyectar cambios que excluyan o dilaten la prosperidad material de los colectivos que deben ejecutarlos y hacerlos perdurables. Solo esa satisfacción salarial viabilizaría que los periodistas —a quien el presidente del ICRT ve como educadores— gocen de concentración en su trabajo y se sientan liberados de tener que buscar por fuera los ingresos que no les da su propio medio.
Antes, Adrián Fonseca, director del Canal Caribe, había referido las discusiones previas en torno al modelo de actuación que se proponen; analizadas en cursos, talleres… y esbozadas en cambios en las cartas de estilo y manual de funcionamiento para avanzar en la generación de mejores contenidos —el objetivo principal de los cambios, como siempre insiste Ronquillo, no es la economía por ella misma sino como sostén del progreso editorial— y para tener claro en el horizonte qué televisión quieren tener en 2023.
A inicios del encuentro, el presidente de la UPEC ofreció una explicación al detalle de la naturaleza y la brújula de los cambios y del experimento de gestión —que incluye, como medios afines a Cubavisión Internacional, Tele Rebelde y los telecentros de Guantánamo y de Pinar del Río— precisando que todo apunta a defender la influencia pública de los medios y que se asienta en la certeza de que, en esta transformación, la UPEC tiene que ser más funcional.
En el debate, Irma Cáceres, Premio José Martí por la Obra de la Vida, defendió la idea de que, por encima de cualquier cambio tecnológico, el periodismo cubano tiene que ser especial, por las circunstancias en que se desarrolla, y eso solo se garantiza a base de estudio, aprendizaje y preparación ideológica. «Todo es más sutil, más agudo, y no se domina sin estudio», decía la Maestra.
En tanto, Lázaro Manuel Alonso refería el momento complicado en que hacemos periodismo y enumeraba los retos cotidianos a que se ve expuesto el compromiso individual con el gremio. «Sufrimos un éxodo silencioso de periodistas, fuera y dentro del país. Una pyme puede pagarnos, por llevar sus redes sociales, diez veces más que lo que paga nuestro salario», dijo. Además, la logística de comunicación y transporte es crítica.
Como colegas en otras asambleas, en esta Lázaro Manuel enunció con pelos y señas el claro retroceso con las fuentes y lo dibujó en un ejemplo impactante: en su canal tuvieron que llamar a un ministro para completar un trabajo sobre… el pan. «A veces —concluyó al respecto—, los que apostamos por Cuba no sabemos para dónde virarnos».
En ejemplar auto/crítica, Diana Valido comentó, a partir de la importancia de que los noticieros se parezcan más a la Cuba de hoy, que en emisiones «normales», tras el brillo de coberturas de impacto, el día a día se llena de reuniones y reportajes largos y la gente, sencillamente, les apaga.
Antes, Ronquillo había andado ese sendero de opinión: «Hemos demostrado en situaciones de crisis disponer de profesionales muy bien preparados para desempeñar su labor, pero esa capacidad hay que trasladarla al hacer cotidiano».
La presidenta de la delegación de base, Deisy Gómez, consideró que el periodismo debe pasar de la información a la comunicación, mientras que, a lo interno del medio, hay que crear, a su juicio, un ambiente en el que los compañeros se sientan recibidos y despedidos, considerados, conectados con el resto. Esos objetivos están incluidos en el plan de trabajo de la delegación de Canal Caribe para la nueva etapa.
Enrique Milanés León
Forma partede la redacción de Cubaperiodistas. Recibió el Premio Patria en reconocimiento a sus virtudes y prestigio profesional otorgado por la Sociedad Cultural José Martí. También ha obtenido el Premio Juan Gualberto Gómez, de la UPEC, por la obra del año.
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