por; Emilio L. Herrera Villa
La entrevista periodística es un género complejo. Rara vez se logra profundizar en pocas horas, lo que deviene camino demasiado exterior, distante y periférico. Cuando no conoces a la otra persona, no existe intimidad, mucho menos confidencia. Sin embargo, puede haber comprensión, momentos de mutua simpatía y respuestas totalmente sinceras.
En un encuentro de frente, en el mismo espacio físico, se leen los gestos e interpretan los silencios porque cada acción, verbal o no, revela al hombre ante ti y ante sí mismo. En una entrevista convencional existe el riesgo de oír mal, de que el claxon de un camión en la calle mutile la grabación o que el semblante del entrevistado demuestre lo simple o banal de tus preguntas.